Llámanos al 961 252 095 / 693 013 158

GATOS

Índice

Alimento adecuado

Captura de pantalla 2021-05-04 a las 18.00.23
Captura de pantalla 2021-05-04 a las 18.01.02
Captura de pantalla 2021-05-04 a las 18.01.34

GATITO

El alimento para gatitos, formulado especialmente para su estilo de vida juguetón, está pensado para alimentar su energía inagotable y fomentar un desarrollo saludable.

ADULTO (1-6 años)

Los alimentos para gatos adultos precisan el equilibrio correcto de nutrientes —sin excesos ni deficiencias— para satisfacer sus necesidades nutricionales diarias.

ADULTO MAYOR (+7 años)

A medida que envejece, tu gato necesita una ayuda especial para reducir el riesgo de enfermedades renales, problemas de movilidad y otros trastornos relacionados con la edad.

Control de peso

¿TU GATO ESTÁ EN FORMA?

Solo medio kilo adicional puede marcar una gran diferencia en la salud de tu gato, su bienestar y su calidad de vida en general. Todos los gatos tienen un peso ideal para su tamaño y su raza. Tu veterinario puede decirte cuál es.

El exceso de peso puede ocasionar una disminución en su tiempo de juego y cansancio. Puede incluso acortar significativamente la esperanza de vida de tu gato en comparación con una mascota de peso saludable. Los gatos con sobrepeso pueden tener un riesgo mucho mayor de desarrollar problemas de salud graves, como diabetes mellitus, artritis, cálculos urinarios, enfermedades cardiovasculares, dificultad para respirar e incluso cáncer de vejiga.

Saber si tu mascota está ganando peso puede ser difícil. Lo importante es que tomes medidas para ayudar a tu gato a perder kilos y alcanzar un peso saludable.

Cuidado urinario

RECONOCE LOS SIGNOS DE PROBLEMAS URINARIOS EN TU PERRO

Por muy estresantes que puedan resultarte los problemas urinarios de tu perro, a menudos son igual de dolorosos para ellos. Vigila estos signos y ponte en contacto con tu veterinario si sospechas que tu mascota puede tener un trastorno urinario.

Diseño sin título (77)
Diseño sin título (78)
Diseño sin título (79)
Diseño sin título (80)

HACE SUS NECESIDADES POR LA CASA

Si tu gato adulto tiene accidentes de incontinencia frecuentes u orina en lugares extraños, podría ser un signo de distintas enfermedades urinarias frecuentes que a menudo pueden controlarse con la ayuda del veterinario.

AÚLLA AL ORINAR

Si a tu gato le cuesta orinar o emite ruidos de incomodidad y dolor en la bandeja, podría ser indicativo de cistitis idiopática felina (CIF), cálculos urinarios o incluso tapones uretrales.

SANGRE EN LA ORINA

Programa una visita con tu veterinario si descubres sangre en la bandeja u orina de tu gato. Cuando un gato orina sangre, es un signo grave de CIF, cálculos urinarios o tapón uretral, y todos estos casos requieren un tratamiento rápido.

ORINA CON FRECUENCIA

Si tu gato orina pequeñas cantidades y pasa más tiempo de lo habitual en la bandeja, plantea tus inquietudes a tu veterinario de inmediato. Podría ser un indicio de obstrucción uretral, lo que requiere atención urgente.

Cuidado renal

Los riñones de tu gato desempeñan un papel fundamental a la hora de preservar su salud. Estos ayudan a controlar su tensión arterial, a regular la circulación sanguínea, a producir importantes hormonas, enzimas y glóbulos rojos, así como a eliminar de la sangre los residuos metabólicos. Si los riñones de tu gato no funcionan correctamente, pueden desencadenar problemas importantes y potencialmente mortales, tales como la insuficiencia renal.  

EL DIAGNÓSTICO PRECOZ ES CLAVE

Es importante detectar la enfermedad renal crónica (ERC) antes de que aparezcan los síntomas asociados a enfermedad, ya que no suelen surgir hasta que haber perdido el 75 por ciento de la función renal. Asegúrate de someter a tu gato a revisiones periódicas. Cuanto antes lo detectemos, más tiempo tendremos para abordar la causa subyacente o frenar la evolución de la enfermedad.

Las probabilidades de que un gato presente problemas renales se duplican entre los 10 y los 15 años de edad. Por eso se recomienda que todos los gatos mayores de 7 años se sometan a un chequeo para determinar si tienen problemas de riñón.

Cuidado digestivo

¿En qué consisten los trastornos digestivos y gastrointestinales?

Cualquier enfermedad digestiva (gastrointestinal) que impida la digestión adecuada de los alimentos o altere la velocidad del tránsito intestinal se considera un trastorno digestivo. Los trastornos digestivos son uno de los motivos más frecuentes por los que se acude al veterinario.

Los trastornos digestivos pueden provocar deshidratación, desnutrición u otros problemas de salud graves, por lo que es importantes identificar los síntomas y consultar a tu veterinario.

Cómo reconocer los signos

En los gatos, los signos más frecuentes de problemas estomacales y de trastornos digestivos son las heces blandas o la diarrea. También es posible que notes en tu gato alguno de los siguientes signos o quizá todos ellos.

1-Vómitos      2-Regurgitación      3-Flatulencias      4-Debilidad      5-Diarrea/estreñimiento

Los trastornos digestivos crónicos pueden resultar debilitantes para muchos gatos y requieren la realización de pruebas y un diagnóstico completo por parte de tu veterinario.

IMPORTANTE: Si su gato tiene diarrea o está vomitando, puede sufrir una deshidratación grave. Si notas alguno de estos signos, pregunta a tu veterinario.

Primeros auxilios

¿Cómo manejar un gato herido?

Los gatos heridos tienen miedo y dolor, por lo que pueden maullar con fuerza.

Acércate despacio y sin movimientos bruscos. Si es posible, utiliza guantes y mantén tu cara alejada del animal.

Coge a tu gato por la piel del cuello, delicadamente pero con firmeza, con el objetivo de inmovilizarlo, luego pon tu mano bajo su parte posterior y sus patas de atrás para sostenerlo.

Envuélvelo en una toalla o manta para que no se mueva.

Ponlo en un transportín y llévalo inmediatamente al veterinario. Si es posible, llámale por teléfono para avisarle de tu llegada.

¿Cómo detener una hemorragia?

​Aplica firmemente una compresa fría sobre la herida para contener la hemorragia. No utilizar desinfectantes.

Llama a tu veterinario tan pronto como sea posible para que pueda tratar a tu gato.

¿Cómo tratar un envenenamiento?

Los síntomas incluyen fuertes vómitos, salivación excesiva, diarrea, paso vacilante, convulsiones y movimiento anormal de los ojos.

Contacta con tu veterinario y, si lo sabes, indícale qué ha ingerido tu gato.

El antídoto más habitual para los raticidas son inyecciones de vitamina administradas por el servicio de urgencias veterinarias.

No le provoques el vómito a menos que te lo aconseje el veterinario.

Si tu gato se ha manchado con pintura o aceite, frota las manchas con vaselina o aceite vegetal y luego lávalas con agua jabonosa templada y acláralas con abundante agua.

No le des para beber leche, ya que podría acelerar el paso de las sustancias tóxicas a la sangre.

¿Cómo tratar las quemaduras?

Enjuaga inmediatamente la quemadura debajo del chorro de agua fría durante varios minutos.

No cubrir la zona quemada.

Consulta a tu veterinario lo antes posible.

¿Cómo tratar una electrocución?

Antes de tocar un gato electrocutado, corta el suministro eléctrico desenchufando la toma de corriente para evitar que tú también recibas una descarga eléctrica.

Si tu gato ha mordido un cable eléctrico, su boca y su lengua habrán sufrido quemaduras. Las quemaduras eléctricas pueden provocar un estado de shock y paro cardiaco. Es conveniente acudir urgentemente al veterinario.

Tu gato puede sufrir una pérdida de fluidos vitales por padecer un acaloramiento, vómitos o diarrea acusados, enfermedad renal o diabetes.

Pellizca la piel de la parte trasera del cuello de tu gato y levántala. Si vuelve a su posición lentamente es que el animal está deshidratado, además, en una fase inicial de deshidratación, las encías del gato pueden parecer secas y pegajosas.

Acude a tu veterinario urgentemente ya que una deshidratación severa puede ser mortal.

Caída de pelo

Normalmente nos podemos asustar o preocupar por la aparición de calvas o caída de pelo anómala en nuestros queridos gatos. Tenemos que saber que mantener a las mascotas con un pelaje brillante y limpio es símbolo de salud y bienestar ya que de lo contrario podemos estar en un caso no saludable o incluso de enfermedad.

¿Cuáles son las causas?

Una de las causas de la caída de pelo, es que podemos encontrar ácaros, hongos, quemaduras, pulgas intoxicaciones o enfermedades como problemas hormonales o tumores malignos, aunque tampoco hay que alarmarse con tanta facilidad, ya que la aparición de estas inexistencias de pelo pueden ser dadas también por estrés provocado por un cambio de domicilio o aburrimiento que podemos solucionar de manera sencilla creando un área de juego e interactuando con él. Otra de las causas puede ser el uso de productos higiénicos no adecuados como el champú para humano que puede generarle alergia. También, a medida que nuestro gato se haga mayor es bastante normal que tenga menos pelo.

Para detectar este tipo de problema, lo mejor es cepillar al pequeño felino con frecuencia al menos una vez por semana además de reducir la frecuencia de pelo en casa y la cantidad de bolas del mismo en su estómago.

En cualquiera de los casos lo primero que debemos hacer es una visita lo antes posible a nuestro veterinario habitual donde te orientarán sobre cuál de estos problemas es el que sufre nuestro gato.

¿Cómo afrontar la ceguera?

Uno de los problemas más frágiles y frecuentes que puede sufrir nuestro pequeño felino es la perdida de vista, principalmente por motivos de vejez. Esta pérdida de vista es tan discreta, que podría costarnos darnos cuenta, ya que los gatos desarrollarán el resto de sus sentidos con mayor facilidad para adaptarse a sus nuevas circunstancias.

Consejos

​La ceguera se puede prevenir de pocas formas, pero si que podremos actuar para que el gato sepa afrontarla y se haga más lo más llevadera posible:

– Con la ceguera los gatos se desorientan fácilmente, no le dejes pasear libremente.

– El gato se guiará a través de la memoria visual así que trata de no mover los muebles ni el comedero y su cama ni tampoco el arenero.

– Indica las zonas de peligro para nuestro gato con una bolsita de aroma o aceite de limón.

– Adapta tu manera de hablarle y procura acentuar la inflexión de tu voz cuando te dirijas a él.

– Intenta que no haya obstáculo que impidan al gato circular por la casa con normalidad.

– Para evitar cualquier tipo de pérdida ponle a tu gato un collar con tu nombre, dirección y el teléfono del veterinario.

A pesar del problema que puede suponer la pérdida de vista para nuestro gato, el animal será capaz de acostumbrase y llevar una vida con total normalidad.

Depresión

Cuando un gato está triste o deprimido, suele mostrar signos de apatía, decaimiento, e inapetencia. También puede dejar de asearse, dejar de utilizar el arenero para hacer sus necesidades, o pasar excesivo tiempo debajo de la cama o el sofá.

Posibles causas

Los felinos son muy susceptibles a los cambios en el entorno, y ésta es una de las principales causas que puede generar que su carácter se vea repercutido. Un traslado, un cambio de familia, o pasar demasiado tiempo solo, puede provocarle a tu gato desorientación y tristeza.

Los gatos, al contrario de lo que se opina, son animales sociales y afectivos, que necesitan estar en contacto contigo, y poder desarrollar sus rutinas habituales. A veces la llegada de un bebé, la presencia de una nueva mascota en tu hogar, o la pérdida de un ser querido, son motivos suficientes para que tu gato se pueda sentir desplazado, y adopte comportamientos que así lo manifiesten.

Existen dos factores más que pueden explicar estas actitudes. El primer factor está asociado al hecho de que tu gato haya vivido algún episodio traumático que pueda haber alterado su bienestar, generándole estrés o ansiedad. El segundo puede deberse a la presencia de una enfermedad que aún no se ha manifestado mediante otros síntomas. En cualquiera de los dos casos, es importante que acudas al veterinario para que determine las causas, y te ofrezca las soluciones más convenientes.

En el supuesto de que el veterinario descarte una patología, y se incline por motivos de carácter psicológico, te recomendamos que sigas las siguientes pautas para intentar paliar la situación de tu gato triste:

– Los gatos, al igual que los perros u otros animales de compañía, necesitan afecto, dedicación y cariño. Las caricias y los juegos ayudan a fomentar vuestra interacción y a generar un vínculo saludable y feliz.

– Si por determinadas circunstancias no puedes dedicarle todo el tiempo que te gustaría, proporciónale distracciones que fomenten su curiosidad. A veces, una simple caja de cartón o un juguete específico para felinos, puede suponer un reto suficientemente atractivo para que tu gato pase horas entretenido.

– Estimúlalo mediante actividades que le gusten, como poder retozar en algún lugar soleado, dormitar en su rincón preferido, e incluso cepillarlo suavemente para que se sienta más limpio y confortable.

– Sobre todo, evita gritarle o increparlo. Tu tono de voz y la forma de acercarte a él deben ser cordiales y afectuosos para que tu gato perciba que estás cerca de él y quieres ayudarlo.

Si pese a estos consejos tu gato no evoluciona favorablemente, deberás acudir a un veterinario especialista en comportamiento animal (etólogo) para que pueda estudiar sus comportamientos y tratarlos debidamente. Su experiencia, unida a la información que tú le facilites, te ayudarán a que tu mascota puede recuperar su comportamiento habitual.